25 enero 2012

Honor a Jim Mansell, quien saco de las sombras a las personas con problemas de aprendizaje


En 1970, había 60.000 adultos y niños con problemas de aprendizaje que vivian confinados, una vida institucionalizada en un hospital de larga estancia. Ese otoño, un joven estudiante recién llegado a la Universidad de Cardiff, accedió a ayudar y llevar a un grupo de niños del hospital de la ciudad al cine un sábado por la mañana. A partir de ese momento, estos hospitales no tuvieron ninguna posibilidad.

El estudiante fue Jim Mansell. Su experiencia en ese día del mes de octubre le cambio su dirección en la vida y, sin duda, la base misma de la forma en que apoyar a las personas con la discapacidad intelectual más profunda. Hoy en día, al menos en Inglaterra, los hospitales de larga estancia no existen.

Mansell, quien se convirtió en la principal autoridad del país en trabajar con la gente a la que ahora se llama de "comportamiento difícil", el jueves recibirá la CBE (Commander of the Most Excellent Order of the British Empire), anunciado en la lista de honores del nuevo año. A pesar de su muy mala salud, sus amigos dicen que esta determinado a acudir a la cita en el Palacio de Buckingham.

Es un largo camino desde los jardines de Ruthin, Cardiff, donde, Mansell y tres compañeros decidieron compartir una casa con cinco personas del hospital de Ely (en Cardiff), un acuerdo que estableció el patrón para el modelo de apoyo para la vida que iba a permitir que casi todos los residentes en hospitales de larga estancia pudieran ser parte activa en la comunidad. Visitando la casa para un programa de radio de la BBC en 2005, Mansell recordó aquella fatídica excursión al cine. Ely, en 1970 había sido objeto de una de las primeras investigaciones por maltrato de la gente entonces denominada "discapacidad mental", pero las condiciones siguen siendo impactantes actualmente. Los niños tenían la cabeza rapada porque los piojos eran endémicos, dijo Mansell, y "Yo no recuerdo que tuvieran ropa interior suficiente, por lo que la gente iba con fundas de almohadas puestas a su alrededor, pantalones sostenido con alfileres".

Y continuó: "Hicimos una cadena con estos niños a través de la carretera, fuera del hospital, y hasta un cine, y la gente salió de sus fincas, sus casas... Y dejaban dinero en nuestras manos para comprar cosas para estos niños porque estaban la necesidad estaba latente. Estábamos enojados por lo que estaba pasando, formulamos la idea de que realmente este tipo de lugares no deberían existir y que la gente debería ser capaz de vivir en casas con todo el apoyo que necesitan en la comunidad. "

Leer más en: http://www.guardian.co.uk/society/2012/jan/24/jim-mansell-learning-disability-new-year-honours

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